La avenida del medio, no es solo un ilusorio invento argentino...

Durante los años del macrismo, y antes también, surgieron algunos experimentos políticos q propiciaban una salida a los "problemas argentinos" intentando una tercera vía, q superara ilusoriamente los conflictos entre proyectos antagónicos d país como el expresado históricamente por el peronismo vs. las distintas vertientes liberales.
Liberales q no dudaron en apoyar dictaduras y otras formas d travestismo político como el menemismo o la alianza delarruinística q desembocó en el 2001.
El macriato cosntituyó una variante inédita, ya q además d llegar al gobierno por el voto popular, si bien mintió en la mayoría d sus propuestas, por otro lado no ocultaba su faz autoritaria y antidemocrática. 
Con la inestimable colaboración del sistema hegemónico d medios d la Argentina, q va más allá del grupo clarín, su socio menor la nazión y las ramificaciones en cada provincia o ciudad importante, lograron en poco menos d cuatro años provocar un caos económico y social q es el q le da marco a este momento inédito, en el q nos ha colocado la pandemia del coronavirus.
Ayer se cumplió un año, del anuncio q modificó todo el tablero electoral d las presidenciales del 2019

Nadie duda a estas alturas, d la dimensión d ese gesto.
Ni d las implicancias q tuvo d cara al triunfo d octubre d 2019.
Y el alivio q trajo para buena parte d les argentines, q temían una reelección del alegre y patético ingeniero q nos desgobernó durante cuatro años, favoreciendo a sus grupos empresarios amigues, facilitando todo tipo d tropelías contra les trabajadores formales, los d la economía popular, informalizadxs d todo tipo y pobres estructurales.
Además d favorecer un descontrol absoluto sobre los actores financieros q protagonizaron una deuda pública y fuga d capitales inédita en tan poco tiempo. 
Algo así como 86.000 millones d dólares.
Superando a todes sus predecesores como dictadura, gobierno alfonsinista, menemismo y la fatídica alianza del 99.

La ilusión del consenso

El gobierno d les Fernandez lleva apenas 5 meses d gobierno y a 3 d su inicio apareció el COVID19.
Los modestos objetivos q Alberto fijó en su discurso d asunción presidencial y en la apertura d sesiones del congreso el 1ro d marzo d este año, parecen difíciles d alcanzar en este contexto, pero renunciar a ellos supondría una desilusión difícil d remontar para las mayorías populares q dependen d un gobierno q haga del estado una herramienta d gestión indispensable para alcanzar un mínimo d equidad y justicia social, q les permita vivir con dignidad.
Casi todos o todos los factores d poder, ya se han pronunciado en forma explícita:
despidos a pesar d la prohibición, aumentos d precios a pesar d fijar máximos, retención d exportacioens agropecuarias o d su liquidación esperando otra devaluación, aumentos d servicios q en estas circunstancias son esenciales como telefonía móvil, internet o tv por cable.
Fuga d capitales vía contado con liqui, dolar mep, etc.
Nuestro presidente, con paciencia oriental, por no decir china, concede entrevistas a todos los medios q lo adversan explícita y cotidianamente.
Da conferencias d prensa y se expresa en todas las redes posibles.
De resultas, q las encuestas (en todas sus vertientes) a pesar d lo difícil d darle credibilidad a tales prácticas, después d sus atronadores fracasos no solo en nuestro país, sino en el mundo, hablan d márgenes d popularidad inéditos para cualquier mandatario elegido post 1983.
Pero tal supuesto consenso, no arredra a los poderes fácticos a persistir en sus prácticas destituyentes y antidemocráticas.

La ilusoria vía del medio.

Hace poco, se conoció en España, q albert rivera, el hasta hace poco líder d ciudadanos, q se postulaba como alternativa entre la derecha del PP y las izquierdas (o más o menos) como el PSOE, IU y Unidas Podemos gozaba d beneficios bien al modo d las clásicas derechas neoliberales. Algo q ya sabíamos acá hace un tiempo, respecto d algunos dirigentes, pero esperamos hayan cambiado d comportamiento.