Como te extrañamos

Trolles de luxe...

Esta captura de pantalla es publicada en las redes por personas que adversan al macrismo, acompañada de puteadas e indignaciones varias.

 Luego, algunos receptores de la publicación, intentan de diversas maneras remarcar el absurdo de las declaraciones de casero. Algo quizás innecesario por lo evidente. 

Otres, lo comparten, y así se viraliza, 

Lo paradójico del asunto, es que a pesar de las buenas intenciones de tales réplicas, resultan funcionales a una lógica de "comunicación": 

no importa cuan absurdo o inverosímil resulte lo dicho, quien lo pronuncia está seguro de que algunas personas lo darán por cierto, quizás los menos, pero a otres les generará al menos una duda y hasta puede llegar a generar una polémica entre jocosa e indolente.

El ex humorista, con la complicidad del periodista oficialista, que le da espacio y no lo cuestiona, funciona así como un "troll" de lujo. No sabemos si bancado, como los que utilizan falsas identidades y operan en tuiter o facebook atacando a todo lo que pueda suponerse oposición al gobierno de cambiemos. 

Pero logra un efecto similar, en las pantallas del canal de cable de noticias, que opera como alter ego de las estrategias de comunicación política del gobierno y luego el contenido es replicado en todas las demás plataformas del multimedios clarín, derramándose a infinidad de medios que lo repiten acríticamente.

El límite de lo que puede o no ser dicho en una entrevista, sin reacción o sanción, tanto del/la periodistx o animadxr de medios audiovisuales masivos o no, que oficia de anfitrión, ya fue cruzado hace rato. 

Para ejemplo basta un botón o lanata o la cantidad de agentes de servicios de inteligencia que hacen de periodistas.

Como afirma Artemio Lopez @lupo55, en su blog Ramble Tamble y en twiter, tanto macri como quienes lo bancan o sostienen, se dirigen a un receptor-espectador de unos 9 años promedio.

 De modo tal, que toda intención de replicar en forma racional, afirmaciones como las de casero, resulta inútil, en tanto y en cuanto son vertidas para influir en receptores inmunes a cualquier argumento, y que reaccionarán violentamente ante quienes lo expresen.

Los opositores de a pie, a este proceso neoliberal perverso, no están obligados a reconocer estrategias de comunicación y sus métodos, pero quizás sí, a pensar en forma crítica y no gastar pólvora en chimangos.