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viernes, 27 de marzo de 2020

A propósito del Teletrabajo en tiempos de pandemia… Por Clemente Gómez G




Home office, homeworking, teletrabajo
Al carajo!
Lejos, muy lejos de significar una ventaja, esas formas de trabajo arriba denominadas, implican la ruptura de la última barrera, entre la esfera de lo público y lo privado en el ámbito laboral.
Y lo hacen rompiendo la puerta a patadas.
Quizás no se note mucho el ruido,
Porque años de acostumbramiento a la dilución de esa división,
han ido facilitando las cosas.
La posibilidad de interactuar en redes, a través de computadoras, sin necesidad de estar presentes en un mismo lugar físico, es el primer artificio.
Te “instalo” una pc o una portátil en tu casa y la “linkeo” con el sistema de la empresa.
Eso sin contar, que quien paga la banda ancha es el empleado y no el empleador. Primera cuestión naturalizada.

LA JORNADA LABORAL

Luego, se estipula el mismo horario de trabajo, con lo que se termina reconociendo que el tiempo que hoy perdés en transportes públicos, o no, para llegar hasta el trabajo, de ida y de vuelta, no están remunerados y corren por cuenta del trabajador.
Te suena exagerado?
Fijáte como todxs lxs consultores externos y auditores de cualquier empresa, les facturan hasta el saludo de cortesía, y los trompas ni chistan.

EL MÓVIL (CELULAR) “CORPORATIVO”

Otro de los ganchos, es el móvil “corporativo”.
Los patrones ofrecen a sus empleados una línea de celular de la misma empresa prestataria (personal, claro, etc) q ellos contratan y se las brindan a un precio, en principio, más barato que el que cada cual puede conseguir por su cuenta. Ese “ahorro” se traduce, en que el número de cada portador de una línea corporativa, se convierte en público.
Y puede ser requerido, aún fuera de sus horarios de trabajo.
Y por si eso fuera poco, la lógica de redes como guasap, son tan ortivas, que implican, que si alguien te envió un mensaje, no tendrás forma de ignorarlo, ni de aducir no haberlo recibido.
Lo mismo te pasa, si no tenés línea corporativa, me podés decir…
Es posible, pero si el móvil te pertenece, te sentís menos coaccionado a contestar fuera de tu horario de trabajo y aún dentro de él, por fuera de la red de la empresa.

SIEMPRE LISTXS…

La dilución entre el espacio presencial en la empresa y estar disponible en tu casa o donde fuere, se vuelve en realidad, un plus, a favor del empleador, pero no del empleado.
Eso sin hablar, del plus que significa laburar mientras los hijxs andan pidiendo cosas, en el caso de los que los tienen.
La “productividad” asociada a la comunicación vía redes móviles o internet, significan un ahorro de espacios físicos y de los gastos asociados a ellos: luz, gas, higiene, seguridad, logística, alimentación, etc.
El sueño húmedo de muchos “empresarios”, generar ganancias con la menor cantidad de empleados y estructura física.
Y con ello, evitar cualquier tipo de organización sindical.
Ese monstruo molesto, que les impide, a veces, avanzar en las diversas formas de flexibilización laboral: multiplicidad de tareas, ubicuidad permanente, reducción de costos laborales y demás.
El modelo galperín de mercadolibre y avance de la esclavización digital.
Pero…

¿Quién dijo que todo está perdido?

La cuarentena obligatoria de millones de trabajadores, que no cumplen tareas esenciales, puede provocar además de temor por el virus y la continuidad de sus fuentes de trabajo, una sensación de extrañamiento con todo lo que hasta ayer parecía normal.
Incluso las condiciones laborales.
Quienes sobrevivan, estarán para contarlo…





miércoles, 25 de marzo de 2020

A QUE NORMALIDAD VOLVEREMOS, DESPUÉS DE LA PANDEMIA? Por Clemente Gómez G




Lo primero que debería caerse en tiempos de la pandemia del COVID 19, serían los lugares comunes q sostienen el actual y desigual modo de vida en todo el mundo.
El tiempo se detiene y todo lo habitual desaparece.
Mientras buscamos otras formas de lo habitual.
Pero quizás algunos empiecen a cuestionarse ciertos sentidos comunes:
La forma de salir de la pobreza es la educación, los cambios tecnológicos traerán aparejado un bienestar general, el teletrabajo nos permitirá disfrutar más de nuestro hogar, el libre comercio permite incrementar la productividad industrial y el comercio online eliminará intermediaciones innecesarias. Nada de esto es cierto, en un mundo donde las finanzas dominan el escenario y aún a los estados nación.

Uber, EsclavosYa, la multiplicidad de tareas, la sociedad del conocimiento, la centralidad de los mercados financieros, la financiarización de la economía (por cada cosa o servicio que se produce hay 8 veces más dinero ficticio generado por los bancos), el mundo es un lugar al alcance de todos, lo que hace que año tras año el turismo se incremente.

 

En la última década, el crecimiento del turismo ha sidovertiginoso: desde 2009 hasta la fecha, hay un 69% más de turistasinternacionales.

 
Y nos invita a un mundo de fantasía.
Con solo colocarse unos minutos frente a un televisor de 32, 40, 50 o mil pulgadas en casi todo el mundo, durante la tanda publicitaria, pasarán frente a sus ojos infinidad de publicidades ofreciendo lo que el 80% de la población no compra ni consume, pero desearía hacerlo.
Y esto es global, pero…
Ya se ha escrito mucho y bien, sobre la capacidad de construcción de subjetividad del neoliberalismo y lo destructivo de su efecto sobre individuos y sociedades.
Pero algo se ha roto con la pandemia.

“A saber: la economía de mercado ,el liberalismo político yla vida democrática civil .Estos tres términos ya han sido desanudados por elNeoliberalismo cuyo único interés es la acumulación del Capital por encima decualquier orden político. Es evidente que la fuerza simbólica de los Estadosoccidentales está en declive y la pandemia actual lo ha revelado en toda surealidad.”


El problema del coronavirus es global y algunas de las soluciones, como la deseada vacuna que lo impida, también lo son.
Pero las formas de enfrentar la crisis que sobreviene a la pandemia y se expresa y se expresará, en una brutal crisis económica, no son iguales en todo el mundo.
El gobierno que encabeza Alberto Fernández parece haber tomado buenas decisiones en cuanto a lo sanitario, tratando de evitar que la curva de crecimiento del virus (contagio) supere a la capacidad del sistema de salud.
En ese sentido va el cierre de fronteras y la cuarentena general y obligatoria.
Inclusive, ha tomado algunas medidas económicas de ayuda para los sectores más desprotegidos, como incremento de emergencia para beneficiarios de AUH, jubilados y empleados informales o monotributistas.
Todas serán insuficientes, pero van en buen sentido.

Quizás, además de lo urgente, y en medio del profundo tedio que provoca una cuarentena como esta, debamos pensar en cómo volver y a qué “normalidad” queremos volver…

Jorge Alemán nos tira, algunas pistas:

“En este aspecto, el Coronavirus es el primer eclipse seriodel dominio norteamericano, que ya no parece disponer de ninguna idea deCivilización. Queda por ver cómo los países emergentes, los únicos aún capacesde una invención política distinta, son capaces de reinventar un justicialismodel siglo XXI , socialista en la distribución del ingreso, soberano conrespecto a las experiencias de lo Común: el medio ambiente, la salud pública yla educación y que sepa radicalizar la democracia esquivando las derivasneofascistas que ahora más que nunca disputan el sentido de la experiencia dela Patria y el Otro que la sostiene “