Ahora que es semana santa, Francisco le lava los pies a
presos, a los que muchos que se dicen católicos, los matarían por solo haber
nacido y molestarlos en su supuesta meritocrática vida, donde creen que todo,
mucho o poco, se debe a su esfuerzo individual, ideología que el actual Papa
condena por egoísta, equivocada y mezquina.
Ahora, que después de mucho tiempo, los egoístas, los
mezquinos, los que solo miran su ombligo y el de dos o tres más, a los que
llaman familia, se olvidan del otro y de los otros y se sienten legitimados en
su sentir y accionar, por los medios masivos de desinformación, y un gobierno
que intenta arrasar con toda forma de solidaridad, y de derechos, en nombre de
una falsa institucionalidad republicana, aplicando un rancio programa
neoliberal.
Ahora que, los que reclaman por sus derechos, por
paritarias, por el pan nuestro de cada día, por defender su salario, por no
caer en la pobreza o la indigencia, por la educación y la salud digna para
todes, son estigmatizados y ninguneados por la triple alianza conservadora de:
gobierno liberal, justicia conservadora de los derechos de minorías y medios
cómplices.
Ahora que, peligrosamente se reivindica la represión contra
los que protestan y resisten un plan de ajuste que los lleva a la marginalidad
social, y se encarcela a líderes sociales y políticos como Milagro Sala,
quebrantando el estado de derecho.
Ahora, que las mujeres han decidido decir Basta! a siglos de
patriarcado, machismo y misoginia, que matan.
Ahora que, se empieza a entender que la llamada “posverdad”,
no es más que una de las formas de la “normalidad” que se instala desde el
poder, generando consensos que operan como “verdad” sobre hechos y situaciones,
porque le conviene a quienes repiten ese “relato” de la realidad, aunque dañe a
la mayoría, incluso a los que lo repiten.
Ahora, que la antes o supuesta columna vertebral del
Peronismo, llamada cgt, se muestra desnuda en sus intereses y niega a la
política, mientras dos de sus triunviros son diputados por el frente
“renovador” de sergio massa, convoca a un contundente paro general, pero evita confrontar y liderar
una oposición frontal a un plan económico y político que solo genera
desocupación y hambre para el grueso de los trabajadores.
Sin olvidar, que algunos de los dirigentes, que digitaron al
triunvirato hoy vigente, bancaron a mauricio macri en su campaña presidencial,
como cuando asistieron al acto de inauguración de la estatua de Perón (aunque
no se le parezca), como hugo moyano.
Ahora, que algunas organizaciones sociales, que acompañaron
al kirchnerismo durante más de una década, reniegan de la conducción política
de quién encabezó un proyecto absolutamente divergente al del actual gobierno,
operando en los hechos como garantes de una supuesta “paz social” y
gobernabilidad, en línea con la reunificada cgt.
Ahora que, muchos legisladores electos en las boletas del
Frente Para La Victoria, en pos de una supuesta “gobernabilidad” han acompañado
leyes, como la que habilitó la rendición frente a los fondos buitres, la
supuesta “reparación histórica” a los jubilados que compromete al fondo de
garantía de sustentabilidad del Anses hacia el futuro, la ignominiosa reforma
de la ley de ART, el acompañamiento en el senado a dos candidatos a jueces de
la corte suprema, que habían aceptado ser designados por DNU, y otras lindezas
por el estilo. De los urtubey y pichotos, mejor ni hablar.
Ahora que, un puñado de desangelados dirigentes, balbucean
malamente invocando una renovación dentro del campo nacional y popular, siendo
que ellos mismos representan el continuismo de las prácticas políticas, que
ellos vendrían a renovar.
Ahora, que el dirigente de la inexistente “avenida del
medio”, sergio massa, no sabe cómo hacer para seguir siendo atractivo
electoralmente hablando, mientras acompaña, como en sus viajes a davos al
alegre ingeniero, y sus legisladores votan como oficialistas.
Ahora que parece que todo está mal, aún para los que les
gustaría que esté todo bien.
Ahora que los oportunistas de ahora y de siempre, siguen
pidiendo autocríticas por una derrota a la que no le pusieron huevos para
evitarla.
Ahora que reina la antipolítica.
Ahora mismo, está bueno decirles, que soy y somos
kirchneristas, que somos muchos y estaría bueno que piensen de qué lado quieren
estar.
Que por comprensión histórica y convicción política, somos
peronistas, pero no menemistas, ni vandoristas.
Que cuando decimos vamos a volver, tenemos la misma voluntad
de la resistencia, después del 55, que asumimos la debacle de la partidocracia
del 2001, que hoy el Pj y la ucr son solo sellos, y que Cristina Fernandez de
Kirchner sigue siendo la única referente que nos convoca, así como a la mayor
parte del pueblo argentino.
Aguantando las tres banderas: Justicia Social, Independencia
Económica y Soberanía Política.
Lo demás, es puro cuento, o posverdad, o como gusten
llamarlo…
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