¿Quién dijo que todo está perdido?
No logramos desplazar a Prat Gay del Ministerio de Hacienda y Finanzas, ni al rabino "no sé un corno de medio ambiente" Bergman, ni a Patricia "todo servicio" Bullrich del ministerio de seguridad. Tampoco al empresario Triaca del ministerio de trabajo, o al ex CEO de Shell Juan José Aranguren designado en el nuevo ministerio de energía.
No se pudo evitar la designación del milico Aguad en Telecomunicaciones, cargo para el que no posee ningún CV que lo habilite. Ni mucho menos que un tal Buryaile, supuestamente radical, ex vicepresidente segundo de Confederaciones Rurales Argentinas, activo militante de los piquetes agrarios durante el conflicto de la 125 sea designado en el ministerio de agricultura.
En fin, parece lógico que el próximo gobierno nacional encabezado por Mauricio Macri, exprese en sus principales funcionarios una lógica neoliberal en lo económico, conservadora en lo político y social, y como consecuencia lógica, elitista y con visión mercantilista de las políticas educativas.
Pero, parecen haber mordido el polvo frente al rechazo de la designación de Juan Cruz Avila como secretario de políticas universitarias. Quién ha declinado su designación en favor de un radical: el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Albor Cantard, que responde en lo político al diputado Barletta, hoy fervoroso auspiciante de la alianza UCR- PRO.
Vieron que se puede?
Jeje...
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