Lunes a Jueves de 20 a 21 Horas.

Lunes a Jueves de 20 a 21 Horas.
HACER CLICK EN LA IMAGEN PARA ESCUCHAR LA RADIO

jueves, 12 de diciembre de 2013

CONSEJOS DE SEGURIDAD (2)

Cuando lea el diario La Capital, tenga cuidado, puede suceder que no siempre lo publicado coincida con los hechos relatados, como en este caso que el protagonista explica por boca propia..........




" EL ASCENSOR QUE SE CAYÓ "

"Mi nombre es Federico Miyara y soy la persona que sufrió el accidente en el ascensor de Plataforma Lavardén el sábado minutos antes de las 22 mientras me dirigía a la terraza para participar como intérprete en un concierto. Mi edad es 55 años, no 60. El ascensor subió durante varios segundos por lo menos hasta el segundo piso (las verdaderas pericias lo determinarán) y de allí se desplomó de repente hasta la planta baja, donde quedó clavado violentamente.
Decir que resulté herido en un pie es una forma extremadamente eufemística de describir que tengo fracturas múltiples de los 5 metatarsos del pie derecho y las apófisis de la tibia y el peroné y golpes en la rodilla, glúteos y pantorrilla, que no me puedo mover y que hasta para ir al baño me tienen que ayudar. Decir que me dieron de alta es otra falacia. Simplemente me enviaron a mi casa en taxi, sin una historia clínica o una epicrisis, ni siquiera en ambulancia como lo solicité ante los horribles dolores que no pasaban ni con calmantes. Como consecuencia del grave accidente, que pudo ser mucho peor, deberé someterme a dos cirugías para reacomodar los huesos, deberé suspender una conferencia que iba a dar para la Municipalidad y un concierto que iba a dar el jueves, así como exámenes que tenía que tomar en la UNR. Y deberé pasar más de 40 días de reposo, perdiendo mis vacaciones en la Universidad. Todo ello no sería necesario si realmente hubiera sido dado de alta.
Tampoco es cierto que los bomberos zapadores arribaran en seguida. Igual que la ambulancia, tardaron más de una hora, estaba yo en una posición incómoda soportando mi peso con mi fuerza muscular causándome dolores en la espalda y la cintura que se agregan a los del pie, respirando mercurio de los fluorescentes destrozados y el polvo generado al estrellarse el ascensor. Si hubiera tenido una hemorragia importante me hubiera desangrado.
Me duele mucho la fractura y varias partes del cuerpo, pero más me duele que Gerardo Agudo mintiera tan descaradamente a La Capital. Me duele que ni siquiera me dieran una apoyatura en el momento de la crisis, que me derivaran a un sanatorio como el Delta que no está en condiciones de recibir un accidentado con una fractura, que no tiene traumatólogo ni radiólogo de guardia ni camilleros en cantidad suficiente para movilizar un paciente con politraumatismos. También que tuviera que hacerme cargo yo de aportar mi obra social y pagar todos los depósitos que me exigía el sanatorio, cuando el accidente tuvo lugar en dependencias del Ministerio de Cultura. También me duele que en el Clemente Álvarez, adonde pedí ser trasladado, no reciban pacientes por tener obra social, en un incomprensible acto de discriminación.
La falla eléctrica puede que haya existido, pero a posteriori y de ninguna manera es la causa. La causa probable fue el desprendimiento del contrapeso, posiblemente por falta de mantenimiento durante años (estos ascensores han estado descompuestos en varias otras oportunidades). El freno tampoco actuó correctamente, ya que debe frenar la caída en forma inmediata. Desde el invento de Otis en 1852, un accidente como éste jamás debería haber sucedido.
Es necesario encontrar al o los responsables, tanto los encargados del mantenimiento como los encargados de auditarlos. Esta vez no murió nadie, pero podría haber sido fácilmente una tragedia"
 —

No hay comentarios:

Publicar un comentario

esperamos vuestros comentarios.....