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lunes, 30 de noviembre de 2015

Volveremos o seremos el Tío Tom de los amarillos (no Urtubey?)

Nueva Zelanda es un país pequeño y particular.

Colonia inglesa de esos lares del pacífico, con apenas unos pocos habitantes más que Uruguay. País de escasos recursos naturales, entre los que se cuentan algunas explotaciones de megaminería a cielo abierto y mucha ganadería e industria láctea, muestra indicadores sociales y económicos típicos de cualquier país colonial, matizado por una supuesta integración cultural.

Sus habitantes originales, los maoríes, maestros del tatuaje artesanal, fueron feroces a la hora de defender su territorio, Una vez vencidos, con la ferocidad característica de los colonialistas británicos, fueron sojuzgados y asimilados a sus rituales y prácticas.

Por supuesto, hoy constituyen el grueso de la población marginal y de menores recursos.
Pero algunos de ellos, logran superar la cuestión de clase, a través del deporte de los conquistadores: el rugby.
Ese deporte que en nuestro país, es sinónimo de las clases altas y media alta.

Y uno de sus íconos, nos visitaba hace unos años, para delicia de los chicos ricos que sufren tristeza, pero gustan de los globos amarillos y el cambio...


domingo, 15 de noviembre de 2015

AND THE WINNER IS.....

Por Clemente Gómez G.

El CIPPEC, la UBA, la Facultad de Derecho de la UBA, los medios masivos de comunicación que practican cotidiana y sistemáticamente desde que tengo conciencia un culto a la ANTIPOLÍTICA, las ONG´s supuestamente independientes y apolíticas (vaya paradoja y contradicción) financiadas mayoritariamente por los sectores que descreen de la política, además de jaquear  y condicionar a los gobiernos democráticos, toda vez que sienten afectados sus mezquinos y minoritarios intereses.
Pero bueno, estas son "las reglas de juego".
Por eso suerte compañero!!

jueves, 12 de noviembre de 2015

NO la vimos venir...(un focus group casual)

Por Clemente Gómez G.


Cómo todos sabemos, encontrar a un votante de Massa y que te confiese haberlo votado, es más difícil que hacer que la selección juegue bien, pero...

Hace cuatro años que vamos a comer ahí, después de hacer el programa.


Tenemos buena onda, con el dueño, el encargado, los mozos y el parrillero. Nos saludamos, con un abrazo y un beso, cuando entramos y cuando salimos.
Capaz que exageramos, pero es nuestra forma de estar en el mundo.

Hoy después de tanto tiempo, nos atrevimos a preguntarles. ¿A quién votaste el 25 de octubre?


Los dos pibes más jóvenes, mozos, uno estudiante de biotecnología y el otro músico, que a veces hace de encargado sabíamos que eran K, y cercanos a la Cámpora o algo así.


Pero los dos más grandes, nos dijeron, con la confianza lograda después de tanto tiempo, uno de unos cuarentipico, que por Macri y que el 22 lo iba a volver a hacer.
El otro de más de 50, nos blanqueó que votó por Massa (por fin conocíamos a alguien que lo había votado!!!), y que ahora lo iba a hacer por Macri.


Al que votó por Massa, nos dió para preguntar un poco más, y le preguntamos por qué.


Nos tiró unas tres o cuatro frases como “que ya estaba cansado de la pelea con todos”, “que nadie iba a poner plata acá”, “que había que cambiar”… nos pareció escuchar un discurso conocido y repetido en los medios masivos y no tanto, del grupo Clarín, La Capital, Canal 3 y Cía., entre otros. 


De todos modos, apenas si los contradecimos en su elección, preguntándoles sobre que pensaban que podía pasar si devaluaban de golpe un 50%, a lo que ambos respondieron con evasivas y sin que parecieran otorgarle demasiada importancia el asunto.

Lo importante para ambos, era “cambiar”.
En ambos casos, no parecían sentir que hubiera riesgo en la elección que tomaran.


Y cómo hacés para contradecir, tan férreas convicciones aprendidas después de haber sido repetidas tantas veces, por tantos “especialistas” en los medios, esos que en pocas ocasiones, suelen ver, cuando en vez de servir una mesa, son servidos y se sientan junto a su familia.


Contra  enemigos mediáticos, tan poderosos como esos, hemos jugado todos estos años, y casi siempre les hemos ganado, pero en algo debemos haber fallado para que ahora, y a pesar de todo el esfuerzo de gestión, hayan elegido “su” discurso y no el nuestro.

Y probablemente no tenga que ver con lo hecho, ni con los resultados, sino con algo que les y nos molesta en grado sumo: los modales. Claro que de manera inversa.


Que lo parió, lo que cuesta reconocerlo. Y eso que hace rato, sabemos que en política, las adhesiones tienen más que ver con los sentimientos, que con la razón…